Círculo Polar

|



(Wow. Me lo piden. Pues ya ves. Aquí tienen otra actualización. Hasta con fotico.
Esa tal 'yo soy mujer' no ha puesto ni un triste o breve comentario. Todos sabemos lo sosa que es (ñic -guiño de ojo). Ahora no podrá resistirse a hacer algún comentario vengativo de esos de películas de sobremesa).

Una línea. El ecuador. Una mitad. Y la otra. Dividido. Separado. Alcanzable. O no. Rabiosamente descuidada. Esa línea. Independiente. Libre. Ajena. A veces, oscura. Te intenta explicar su, a veces, aproximación. Y te presta ayuda. Por si la necesitas.
Una línea. Imaginaria o marcada. Poco importa. Esa que cruje de miedo cuando siente alguna presencia. Esa que, inconscientemente, huye de cambios. De pasos. De caminos. Jaja. (Rio). Como si acaso tuviese movilidad. Seguro que le atrapan con sus manecillas las marionetas que desde lejos la controla. A ella. A la línea.
Crúcenla. Se asusta. De lo bueno. De lo malo. Es así. Pero no es mala. Sólo tiene miedo. Tienes que concentrarte muy concentrada. Y no pensar. Levantar el pie, sin pisarla. Y ¡zash!, quizás tu vida cambie. Quizás sea todo nuevo. Todo increíble. Imagínense. Otra vida. Parecida. Pero mejor. Sólo por dar un paso. Una decisión. Importante. Hay que ser valiente. Y saltar por la ventana. Para volar. O cruzar la línea. Esa que nos lleva a lo que todos queremos. A lo que siempre hemos querido. A lo que no se encontraba. O, descuidadamente, se buscaba.
Yo voy a cruzarla. Mañana. O esta tarde. Para hacer ¡zash! y que todo cambie. Aunque sólo sean estas palabras. Que en nada se quedan. Y apenas dicen nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sé valiente. Sáltala, crúzala, vuela sobre ella. Haz lo que te dé la gana, pero haz algo. Haz lo que tú quieras hacer, porque se trata de eso. De hacer. Y sí, soy una sosademierda, pero eso también da un poco de encanto a la gente no? Comunico al personal que no actualizo más amenudo por falta de tiempo (a veces también de imaginación, no lo voy a negar).
HAZLO.

Anónimo dijo...

ayyyy! mi sosademierda! qué haría yo sin ti! TÚ, que tanta valentía has arrojado a mi vida,a tu vida, tú que has hecho que cruce líneas que jamás imaginé. Tú, que me haces ver el vaso lleno, y no lleno de veneno. Tú, que no tienes tiempo de actualizar, ja. Lo dudo. En fin.
Tú, que eres la otra parte, pero que eres mi otra parte...
tú, mi ángel, tú sí sabes volar, yo me dejo llevar por tus alas, y lo sabes, siempres lo has sabido. Cuentas con eso previamente en todo lo que propones. Qué malo, o qué bueno, es conocerse. Yo me dejo, me dejo llevar, dejo que me cojas de la mano para impulsarme y atraversar la línea que por nanosegundos cruzas primero tú. Me gusta así. Me hipergusta.
Tú, a quien considero imprescindible para dar un paso, hacia adelante, siempre hacia adelante.
Lo digo, no me canso de repetirlo, soy más fuerte porque estoy rodeada de gente que lo es, y no lo dice; que es capaz de saltar, cruzar, traspasar, esa línea, y hacer que los demás disfruten de lo que ello suponga: una vida mejor, aunque sólo por un instante, un nanoinstante, habrá merecido la pena, siempre, siempre de todos los siempres.

Anónimo dijo...

gracias, Manuelita, por responder a mi petición, por actualizar y hacernos pensar, por tener esa manera tan fresca, tan kafkiana, tan tuya de hablar sobre la realidad, sobre los sueños, qué diferencia hay?qué cabecita tan inquieta! qué supermegaguay, pues sí, con todas las letras, porque tú lo vales. Mil gracias.